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Mostrando entradas de abril, 2012

Aliado 3.

Hoy es otro de esos días que necesito hablar contigo! con nadie más que contigo. En serio! Varias veces durante el día pienso en ti, te recuerdo y te quiero. Se que me entenderías y escucharías. Por eso te escribo, te sigo sintiendo cerca, quizá es una forma de sentir que seguimos hablando. Es una ridiculez la verdad. En fin. Pero sabes que es lo más dificil, verte conectado y tener ganas de hablarte y no hacerlo, mandaría por un tubo el orgullo, creeme, ganas no me faltan y lo haría. Pero cumplo mi palabra. debo de esperar.Solo espero que estés claro, no estoy enojada!. Tengo tanto que contarte! espero que este tiempo pase muy rápido! rawr tons aliado!   Las confesiones del baño...por Ana Gabriela H

Aliado. 2

Hoy te extraño como nunca antes. No sabes lo mucho que me duele sentir que pierdo tu amistad, citando tus palabras. Hoy es uno de aquellos días que necesito a mi Aliado al otro lado de la línea, diciendome que todo va a estar bien, animándome, concluyendo que todo es parte del entranamiento y que seré una mejor persona al terminar esta etapa. Hay días en los que nadie más que tu entendería mi punto o podría escuchar. Nadie más que tú escucharía sin interrumpir, esperando lo mejor de mi, creyendo en mi, dándome el beneficio de la duda, alentándome y estando alli apoyándome. Aveces creo que si no hubiera tomado aquella decisión hoy todo sería normal, podría llamarte y llorar y escuchar tu voz de aliento. Pero quizá no, quizá no sentiría la misma confianza que siento hoy, que aún en la distancia, que aún lo que está pasando sé que puedo llamarte y sé que dejarías todo lo que ha pasado por un lado para escucharme y darme uno de los buenos consejos que siempre me dabas. Quizá hoy estuvi

Mi Aliado

Recuerdo perfectamente el día cuando lo conocí. Yo era estudiante de nuevo ingreso en aquel colegio y aunque no soy tímida y puedo hacer amigos fácilmente, siempre se siente bien que los antiguos alumnos te saluden y entablen una conversación contigo. Él estaba en 5to año y yo en 4to, estábamos en carreras diferentes. Sentada junto a mi hermano en las gradas de aquel Café Internet ese muchacho alto, delgado y con cara de niño me saludó y me dio la bienvenida. Con una gracia especial, siempre dispuesto a servir a los demás era considerado uno de los más guapos del colegio, mis compañeras siempre hacían comentarios positivos acerca de él; sin embargo yo lo veía como un amigo a quien saludaba cuando lo veía, así cómo a todos los demás y debo de confesar que para mi no era nada atractivo y como dirían algunas, no era "mi tipo", lo cual permitió que que nuestra amistad fuera pura y verdadera.Reía de escuchar las historias de las amigas que se terminaban enamorando de él, critica

Para ELLOS: Enigma

Después de mucho tiempo   de indagar simples palabras para expresar millones de pensamientos, me siento frente al computador y escribo. Nunca imaginé lo difícil que me sería escribirles al sexo masculino. Estoy segura que no soy la única mujer que no sabe que esperar de ellos. Es decir, no estoy segura de cuantos no seguirán leyendo lo que estoy escribiendo, o cuantos después de las próximas cinco líneas le darán vuelta a la página. Sin embargo es un reto que se ha decidido tomar. Una aventura que enfrentar. No es ningún secreto que ellos no piensan igual que nosotras. Mis amigos me aconsejan que escriba lo más directa posible y es cuando entonces empiezo a hacer corto circuito. Qué daría en este momento por saber qué es lo que piensan los hombres, o al menos los hombres que me rodean. Cantidades de veces me he quedado atónita al no encontrar explicación del comportamiento masculino. Noches enteras he llorado tratando de entender el punto de vista de ese caballero que definitivame

Para ELLOS: Dionisia Capítulo 1

En una noche como otras, con el poder de la invisibilidad, Dionisia, la mujer súper poderosa de cabello largo y negro, tez morena, ojos color miel, con botas y chaqueta larga de cuero, pantalones cortos, se dispone a hacer su recorrido habitual en el Valle de la Ermita. Hace varias paradas por la ciudad, visita diferentes lugares, como restaurantes, hoteles, gimnasios, bares, centros deportivos, cines y hogares. Se detiene en cada lugar supervisando que todo esté bien. De pronto se siente atraída por un galante caballero con aspecto rudo, tosco fuerte que está sentado en una banca de un parque llorando inconsolablemente.   No hay alguien alrededor de él. Dionisia se acerca poco a poco y escucha los quejidos de aquel hombre que con unas rosas y chocolates en sus manos dice: -“No entiendo a las mujeres, no las entiendo-. Le he comprado rosas y chocolates a Margarita para que me perdone y en vez de recibir cariño me ha tirado el anillo de compromiso. No entiendo que fue lo que hice