Hace algunos meses quedé impactada por la leyenda que tenía la camisetita de una nena como de dos años... decía "Daddy loves me" (Papi me ama). ¿Cómo decirle a esa niña, que lo que dice en su camiseta es una vil mentira? Me partió el corazón, porque ese hombre que le aportó genes, no la ama, sólo jugó con los sentimientos de su madre que era más tonta que ingenua, consiguió lo que quería y la dejó. Hoy hablando con una amiga, me contaba su triste historia de cómo su papá engañó a su mamá, lastimando el corazón de varias, alejándolas de ellas. Pareciera que ese hombre ignoraba los sentimientos de sus hijas y a su ahora ex esposa. A pesar de los años esa herida aún no ha cicatrizado, lo podía ver en los ojos de esta dulce joven. Todo esto me hacía reflexionar para agradecer por el buen hombre que Dios ha puesto en mi vida como Padre. Él es mi mejor amigo, mi fiel consejero, mi entrenador personal, mi asesor de imagen, mi guardaespaldas personalizado, mi admirador número uno,
...cuando estamos en el baño, somos tal y cómo somos, a nuestro baño no le podemos mentir, nos conoce mejor que nosotros mismos, está en los malos y en los mejores momentos...