Con lágrimas en mis ojos, desearía no estar escribiendo esto. Recuerdo la primera vez que creí estar enamorada, recuerdo que tan rápido palpitaba mi corazón y recuerdo que tan tonto sonaba, todo lo que decía y hacía. Pero siempre hubo algo adentro de mí, como una voz interna que me decía, que no duraría para siempre, que no era él, quien compartiría una vida con migo. Y aún recuerdo la segunda vez que creí estar enamorada, ese miedo ingrato de perder a esa persona especial, de hacer todo bien y no echarlo a perder, de ser la persona ideal y de que todo sea perfecto. La voz interna volvía diciendo, aún no es el tiempo. Pero esta vez, creo que es verdadero...no hay miedo, no palpita mi corazón como la otra vez, si no que es diferente, no hay voz, no me esfuerzo por ser alguien que no soy, sino soy yo misma. Me visto de esperanza, espero el momento en silencio, y confío plenamente en Dios, quien tiene el control de mi vida, quien sabe qué es lo mejor para mi, porque Èl siempre tiene u
...cuando estamos en el baño, somos tal y cómo somos, a nuestro baño no le podemos mentir, nos conoce mejor que nosotros mismos, está en los malos y en los mejores momentos...